La llave de la abundancia II: Autoestima

La llave de la abundancia II: Autoestima

abundancia dar-y-recibir

La abundancia es un estado interior, como escribía en el post anterior, «un estado de completitud en donde nada falta y nada sobra. Donde estoy donde tengo que estar y tengo lo que necesito. Ni más ni menos. Y estoy en paz, confiada y plena». En cualquier momento, puedo acceder a la abundancia, por que la abundancia siempre se encuentra en el momento presente:aquí y ahora. Pero andamos despitados….

La abundancia es un estado de equilibrio. Equilibrio interno. Observo como cuando me siento en equilibrio y serena, las cosas que quiero y necesito llegan a mi sin demasiado esfuerzo, como caídas del cielo. Así me ha sucedido con trabajos, relaciones, objetos materiales,…Cuando me meto en la rueda del esfuerzo y el «hacer», puedo llegar a conseguir lo que me propongo, pero los precios que pago son caros: agotamiento, desmotivación, frustración... Venimos y vivimos en un contexto judeocristiano, y dentro un sistema de pensamiento capitalista donde rige la ley del esfuerzo,el sacrificio y la competitividad. Es decir, vivimos bajo una creencia muy arraigada en el inconsciente de que para «ganar» hay que perder: Si quiero ganar «A» tendré que perder (sacrificar) «B». «Si yo gano el otro pierde». Este pensamiento nos lleva directamente al tan conocido  sentimiento de culpa, de deuda, un sentimiento que nos sumerge en un desequilibrio interno, que todos conocemos.

La culpa busca castigo, saldar la deuda, y mientras estamos inmersos en este círculo vicioso, nos perdemos todos los regalos y oportunidades que la vida nos está brindando en cada momento. Precisamente, la abundancia que tanto anhelamos.

Abundancia equilibrio dar y tomar

Este sentimiento de deuda nos lleva irremediablemente al sentimiento de carencia. Y desde este sentimiento de carencia atraemos toda clase de calamidades. Y no me quiero poner muy metafísica ni mística, sin embargo si lo escribo es por que es algo que he experimentado: en momentos en los que he experimentado gran culpa he experimentado la sensación «de pozo vacío», no sólo no llegaban recursos materiales, si no que lo llegaban a mi vida eran deudas! Lo cual acrecentaba y amplificaba mi sensación de carencia y reforzaba la posición de víctima en la que tan arraigada me encontraba: todo lo malo me sucedía a mí, y tenía la sensación de que hiciera lo que hiciera, la vida me trataba fatal. De lo que no me daba cuenta en esos momentos era que:

  • La posición infantil y victimista, me tenía sumida en una actitud cerrada y exigente de cómo tenían que ser las cosas. Y no veía las oportunidades que llegaban, sólo veía mi ombligo y mi sufrimiento.
  • Tan vacía me sentía que me creía realmente que no tenía nada que Dar. Y no daba nada, aun que yo me quisiera creer que estaba dando muchísimo.
  • El orgullo y soberbia, que cuando recibía algo, nunca era bueno, ni suficiente y me costaba mucho recibir, me sentía mal, me hacía entrar en contacto con mi vulnerabilidad y en vez, de agradecerlo, lo rechazaba para no sentir aquel sentimiento de debilidad…
  • Y en el fondo, fondo, lo que había era una autoestima destruida, no me sentía merecedora de nada bueno. Pues con ese sentimiento de culpa tan grande a las espaldas era imposible.

abundancia dar y tomar

Es cierto que unos de los principios de la abundancia es dar. Todo lo que damos recibimos. Como concepto lo aceptamos. Pero seamos honestos. Sólo podemos dar lo que tenemos, y si nos sentimos vacíos y carentes, podemos hacer que damos, pero es puro teatro.

Dá-te (a ti mismo) y tendrás en abundancia.

¿Darme a mí mismo?Pero eso es egoismo! Podrás pensar…

Eso es autoestima. Darte lo que necesitas, hacerte cargo de tus propias necesidades y deseos y responder tú ante ellos es lo único que va a llenar tu «pozo» y conectarte con la abundancia innata que te habita. Una vez que te llenes, que sientas que tienes lo suficiente en tí, entonces darás sin ningún esfuerzo y recibirás en la misma medida.

PARA REFLEXIONAR

¿Que necesidades tengo realmente?¿Qué puedo hacer con los recursos que dispongo para satisfacer estas necesidades?

¿ Soy honesto conmigo mismo y con lo que realmente necesito? O espero que sea el otro quien cubra mis necesidades…

¿Realmente estoy abierta a Dar lo que soy y lo que tengo o doy esperando algo a cambio?

¿Soy realmente humilde como para aceptar recibir del Otro y de la vida lo que tenga para mí, sin juzgarlo ni desvalorizarlo?

¿Me permito ser vulnerable y pedir y mostrar lo que me falta y necesito sin exigir?

¿ Me siento realmente merecedora de todo lo bueno de la vida?

Autoestima equilibro y abundancia

Sanar nuestras heridas emocionales y restaurar nuestro propio equilibrio es fundamental para tener una autoestima sana que nos conecte con la abundancia natural que está presente y disponible en cada momento de nuestra vida.

CONTINUARÁ.

1 Comment
  • Jorge Olivier Lecha
    Posted at 20:17h, 06 julio Responder

    Sanar?

    Olvidar?

    Darse?

    Y si simplemente vivimos con fuerza e intensidad…

    No será eso vivir el presente ?

    Ah, con confianza…

    Quién te puede hacer más daño que ti mismo? aunque pongas cerradura de seguridad en casa y en tu alma

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