10 Jul La llave de la abundancia V: El merecimiento
Recibimos lo que creemos ser merecedores de recibir. Ni más ni menos.
- Si, recibimos más de lo que podemos dar en una relación, sentimos culpa y por lo tanto la relación se resiente. ¿Te suena?
- Si recibimos más que lo que justamente creemos que nos toca…desconfiamos. ¿Te suena?
Imagina, que aquí y ahora, te encuentras en una fiesta con una mesa llena de aquello que te gusta con todas las personas que quieres, y con los hits-musica que te encantan. Sin motivo alguno, apareces en esta situación, ¿Qué harías?
Seguramente, lo primero que te preguntarías sería…»¿Por qué?¿Qué se celebra? Si no es mi cumple…«
Lo segundo…fantaseo…«¿Todo esto para mí?»
La cuestión es…¿serías capaz de disfrutarlo, degustarlo, exprimir la experiencia sin preguntarte por qué y qué has hecho tú para merecer tal regalo? Sí es así, enorabuena…
En algún momento de nuestra vida (en la infancia seguramente) aprendimos CUANTO PODEMOS TOMAR . Y pasarnos de ahí supone un riesgo, por que rompe con los esquemas y programas aprendidos. Ese riesgo se le llama culpa, y la culpa es muy negra y no la quiere nadie.
Las personas con una autoestima sana, se sienten merecedoras de todo lo bueno, aceptan lo que tienen, están abiertos a recibir lo mejor y por lo general, lo reciben. Primero por que lo buscan, se lo curran, y al final, lo suelen conseguir. Y sobre todo, por que cuando lo reciben, lo toman, lo agradecen. No se lo plantean. Y LO DISFRUTAN!!!. Y el disfrutarlo (fundamental!!!), refuerza el círculo, y así más se abren y más reciben:
LA RUEDA DE LA ABUNDANCIA: DESEAR, ABRIRSE, RECIBIR, DISFRUTARLO, AGRADECERLO, EXPANDIRSE, DESEAR, ABRIRSE, RECIBIR,…ETC.
Y hay otra cosa que las personas con alta autoestima NO HACEN: ACEPTAR RECIBIR MENOS DE LO QUE CREEN MERECER. Pero esto no significa ser soberbio, ni arrogante, desdeñando lo que reciben. Sencillamente, no se paran allí donde no reciben lo que justamente sienten merecer. Y lo hacen sin hacer ruido, sin generar conflicto, sin exigencias. Sencillamente, buscan aquello que les «calza».
- Salen de relaciones abusivas (ya han entendido que el amor no es dolor)
- Salen de trabajos donde no se sienten valorados ni justamente remunerados. (Con la confianza de que la vida tiene un lugar más adecuado para ellos.)
- Salen de dinámicas tóxicas poniendo límites claros de forma asertiva.
LAS PERSONAS CON UNA AUTOESTIMA SANA, SON COMO LOS NIÑOS O LOS ANIMALES, VAN DONDE ESTÁ EL AMOR. Dónde se sienten queridos y aceptados como son. Dónde pueden dar lo que tienen libre de miedo, por que ya han comprendido, que Dar es Recibir. Y cuando dan amor, lo reciben. Y no se conforman con menos.
Pero ojo, que no se trata ahora de convencernos mentalmente de que «yo merezco todo». Por que eso no funciona. Por que el merecimiento, de alguna manera tiene un origen emocional. Si estoy en una sensación de carencia da igual las veces que me repita que yo merezco, y yo me merezco, y yo me merezco. No sirve de nada, si eso que me digo no está en sintonia con lo que siento: Si yo no siento que me merezco ser bien tratad@ (y ahi cada cual tiene que ser honesto consigo mismo), o que soy dign@ de ser valorad@ o bien remunerad@, o mirad@, escuchad@…ten por seguro que eso, no sucederá. Por que si sucede, y si no nos sentimos dignos de ello, sencillamente, nos iremos…no seremos capaz de sostenerlo.
PARA REFLEXIONAR
Repito, es vital que seamos muy honestos con nosotros mismos en este punto. Sobre todo si consideramos que no estamos recibiendo de la vida aquello que creemos que mentalmente merecemos…
- ¿Realmente me siento merecedor de aquello que tanto anhelo? (LLámale X: un trabajo, una relación de pareja sana, paz interior, dinero, salud, vacaciones,…
- ¿Qué está frenando que yo me sienta merecedor@ de eso? Revisa las creencias que has adquirido a lo largo de tu infancia y adolescencia. Seguro que encuentras información valiosa.
- ¿Cómo sabes que esas creencias son reales?
- ¿Qué beneficios personales estás obteniendo manteniendo esas creencias?
Y no olvidemos que la clave fundamental para trabajar el merecimiento no se trata tanto de enfocar en lo que deseamos, si no de sentirnos merecedores de lo que ya tenemos en nuestra vida y agradecerlo desde las entrañas y el corazón. Eso pone en marcha el círculo…el círculo de la abundancia.
Me despido, déjandote esta meditación, que seguro que nos apoya un poco a conectar con el merecimiento y a dar un pasito adelante en nuestro camino a la abundancia. Espero que lo disfrutes. Gracias, gracias, gracias.
Me llamo Natalie Idoeta y ayudo a mujeres que “sufren por amor” a desactivar y reprogramar el patrón de dependencia emocional y a crear la vida que desean. Puedes descargar mi ebook gratis aquí.
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