¿Te reconoces en el patrón de dependencia emocional?

¿Te reconoces en el patrón de dependencia emocional?

El Patrón de Dependencia Emocional puede estar presente en ti aunque no sepas darte cuenta de ello. Seguramente hayas normalizado tanto tu manera de vivir las relaciones que todo lo que te hacen sentir por dentro te parece natural.

Puede que de ser así estés bajo el “hechizo” del patrón de dependencia emocional.

Este patrón es como un encantamiento en el que esperamos que venga alguien a rescatarnos, nos libere del sufrimiento y nos lleve a ese mundo de nunca jamás donde seremos felices por siempre.

Pensamos que la solución a nuestros problemas es el amor y el reconocimiento de otras personas. Y, evidentemente, cuando pones la responsabilidad de tu bienestar en las manos de otros, algo falla.

Hoy quiero ver contigo los patrones con los que identificamos la dependencia emocional para que puedas comprender la verdadera razón por la que te cuesta relacionarte de una manera libre y sana.

¿Por qué me pasa lo que me pasa?

Una de las preguntas con las que más me suelo encontrar en mi consulta es esa: ¿por qué me pasa siempre lo mismo? ¿Por qué tropiezo una y otra vez con la misma piedra?

Es normal que nos cueste comprender por qué nos volvemos a equivocar con lo mismo. Es como si pareciera que nunca aprendemos de lo que nos hizo daño: volvemos a dar con el mismo tipo de pareja, la misma relación de trabajo o la misma situación con algún familiar. Da igual las veces que nos juremos y perjuremos que no volveremos a caer: lo hacemos.

Lo cierto es que comprender el origen emocional del patrón de dependencia emocional es el primer paso para dejar de sufrir siempre con lo mismo.

Y aunque la dependencia emocional no se cure con 7 tips, puedes aprender a mejorar su gestión para que tú te sientas mucho mejor.

Para ello quiero empezar hablándote de las adicciones. Toda adicción es un síntoma cuya función es tapar, esconder o mitigar un dolor emocional. Esto hace que mantengamos el foco de atención puesto sobre aquello a lo que somos adictos, manteniendo “dormido” el dolor real que nos motiva a actuar así.

Sé que las primeras cosas que te vienen a la cabeza al hablar de adicciones son sustancias tan dañinas como el alcohol o el tabaco. Sin embargo, hay otras adicciones igual de peligrosas como adicción a personas o actividades que terminan dañándonos.

Al hablar de dependencia emocional, la droga son las relaciones. En muchos de estos casos, las relaciones de pareja. Cuando alguien sufre dependencia emocional todo, absolutamente todo, gira en torno a su droga, es decir, todo gira en torno a su pareja: si la pareja no está bien, si no está siempre disponible, si la pareja le quiere, que si pareja para arriba, que si pareja para abajo…

Cuando esto ocurre, hay un entramado neuroquímico y de circuitos emocionales que nos mueven a una conducta de búsqueda de recompensa. Casi de manera “animal” buscamos nuestra “sustancia”, que sería la otra persona. Y al hacer esto, no tenemos que hacernos cargo de lo que nos duele, ya que tenemos la atención puesta en “quitarnos el mono”.

Y como una rueda, esto se repite una y otra vez. Poniéndole foco a mi adicción, no tengo que ponérmelo a mí misma: ni a mis emociones, ni a mis necesidades, ni a lo que deseo, ni a lo que me duele y tanto me callo.

Todo un mecanismo trabajando con un único objetivo: que no me encuentre conmigo misma. Porque el problema es que si lo hago, me encontraré también con:

  • Mi miedo: miedo a la soledad, al rechazo, al abandono…
  • Mi desesperación emocional: ese profundo vacío y sentimiento de soledad.
  • Mi perenne sentimiento de culpa, ese que me hace sentirme ahogada y esclava.
  • Mi rabia, reprimida durante tanto tiempo por miedo a ser rechazada.
  • Mi frustración, impotencia y rabia que me paraliza.

Claro que enfrentarse a todas estas heridas emocionales duele. Pero para salir de la adicción, hay que liberar el dolor. Y si sigues evitando mirar, sentir y atender todo esto, seguirás sufriendo a través de relaciones tóxicas y adictivas.

Cuando soy adicta al amor

La droga cuando hablamos de la adicción al amor es, casi siempre, esas relaciones que no funcionan y/o que hacen daño.

Detrás de esto puede esconderse una adicción a complacer, a ser necesitada, al reconocimiento externo o a evitar el dolor. Sea como sea, normalmente nos damos cuenta de que algo pasa cuando nos encontramos con alguna de estas situaciones:

  1. Tus relaciones de pareja nunca funcionan. Por más cariño, esfuerzo y atención que le pongamos, siempre termina siendo una fuente de malestar y conflicto. Hay dinámicas tóxicas que se repiten una y otra vez.
  2. Siempre te topas con el mismo perfil de pareja. Hagas lo que hagas, terminas viviendo historias que se parecen mucho, con personas que encajarían en el mismo molde.
  3. Te sueles quejar de que hay muchas personas tóxicas en nuestra vida. Te cuesta mucho decir que no y poner límites, lo que termina haciéndote vivir relaciones que no te aportan nada.

El patrón de la dependencia emocional puede detonar por momentos como:

  • “Si estábamos bien”: tu pareja te deja de la noche a la mañana y tú te hundes emocionalmente.
  • “Quien bien te quiere te hará sufrir”: conflictos que llegan a través de faltas de respeto o microviolencias alternados con periodos de tranquilidad.
  • “Ni contigo ni sin ti”: se alternan episodios de encuentro y desencuentro en los que se refleja una falta de compromiso por una de las partes.
  • “Soy la querida”: eres la tercera esquina de un triángulo amoroso en el que no hay señales de que tu pareja vaya a dejar a su mujer.
  • “Somos amantes pero nunca va a más”: es una relación en la que a pesar de que se establece que sólo es para “la cama” una de las partes desea algo más.
  • “Encadeno relaciones”: pasas de una relación a otra y cada historia parece una réplica de la anterior. Eliges perfiles de parejas que no te satisfacen y con los que terminas representando siempre los mismos dramas.

Como en cualquier adicción, sin reconocimiento no hay solución al problema. Si te ves reflejada en estos patrones, o incluso en síntomas como ansiedad, depresión, agotamiento, dolencias físicas que los médicos no pueden tratar u otras manifestaciones en tu cuerpo, está en tu mano tomar las riendas de la situación.

Las heridas emocionales y nuestra niña interior

Muchas de nosotras, de manera consciente o inconsciente, nos hemos desconectado alguna vez de nuestras emociones y necesidades.

Durante nuestra infancia todas vivimos situaciones que nos generaron frustración, tristeza, rabia y dolor. Emociones que nuestra pequeña niña no supo cómo gestionar de manera correcta y terminó reprimiendo para poder ser aceptada y reconocida.

Esa misma niña fue la que aprendió a que priorizar sus necesidades era egoísta, que amar significaba sacrificarse por el otro, que valía lo que otros opinaran, que tenía que ser “buena y responsable” aunque eso implicara ser profundamente infeliz.

Las heridas emocionales, nuestra niña y la dependencia emocional van de la mano. Detrás de nuestra mujer adulta, existe una niña emocionalmente desamparada que necesita ser atendida y abrazada.

Gracias al proceso terapéutico podrás acercarte poco a poco a ella, reconociendo sus necesidades, que no son más que las tuyas. Y solo de esta manera, podrás encontrar el amor que tan ansiosamente buscas en tus relaciones.

Si tienes cualquier duda o pregunta, puedes hacérmela justo aquí abajo. Estaré ahí para leerte y contestarte 🙂

3 Comments
  • Lidia
    Posted at 16:04h, 10 octubre Responder

    Acabo de leerte y entonces pienso que sin terapia no hay manera de salir de la dependencia?

    • Natalie Idoeta
      Posted at 17:08h, 10 octubre Responder

      No sé me siento capaz de afirmar que sin terapia no hay manera de salir de la Dependencia….La terapia ayuda mucho, por que en la propia relación terapeutica da una oportunidad de reaprender a vincularnos de una nueva manera y nos da el espacio para poder dar un nuevo sentido a nuestra historia y a confrontar las creencias que hacen que percibamos lo que vivimos del modo que lo hacemos.

  • Lidia
    Posted at 22:40h, 10 octubre Responder

    He vivido dos experiencias sentimentales, la primera de ella fue horrible y la segunda duró más de la cuenta, decidí cortar y no.planteo de momento volver a tener nada, me da miedo engancharme otra vez, así que quiero curarme de esto que se llama dependencia emocional, pero sin terapia como me dices esto no se puede arreglar, gracias!!!!!

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