¿POR QUÉ ME DUELE EL AMOR? Apuntes sobre Dependencia Emocional

¿POR QUÉ ME DUELE EL AMOR? Apuntes sobre Dependencia Emocional

 

En realidad si te duele el amor…es que quizás no sea “buenamor».

 

  • El buen amor no duele. El buen amor genera bienestar, plenitud y nos devuelve una gran sensación de libertad.
  • El buen amor da y entrega sin olvidarse de si mismo y sin pensar en recibir a cambio.
  • El buen amor no siente culpa ni pone la culpa en tejados ajenos.
  • El buen amor sabe que amarse a uno mismo y poner límites no es egoísmo, es un acto de buen amor así mismo.
  • El buen amor no transacciona, aunque si es un experto en negociar…
  • El buen amor une, nunca separa.

 

Cuando el amor duele, toca para parar y revisar.

 

Revisar si me estoy amando realmente en esa relación, o si en algún momento  me he abandonado, me he dado la espalda, me he vendido…bajo la silenciosa fantasía de que así quizás pueda asegurarme el amor del otrx.

En ese darme la espalda y poner el foco de mi atención en el otro, he perdido toda opción de ser amada. De sentirme amada mejor dicho.

 

Porque da lo mismo cuanto me ame el otrx,  nunca hay suficiente amor para alguien que no se ama así misma.

 

Nada externo puede llenar el agujero que deja el hecho de anularnos, olvidarnos y abandonarnos a nosotras mismas.

Nada.

 

Las mujeres que sufren Dependencia Emocional, tienen un patrón de darlo TOOOOODOOO al inicio de una relación. Sin filtro, sin comprobar, sin cuestionar. Lo hacen en el nombre del amor, porque existe dentro de ellas una creencia condicionada de que eso es el amor: que  para conseguir (y mantener) el amor, hay  que darse y entregarse enteramente.

 

Paradojicamente consiguen todo lo contrario: el otrx se va.

Y si el Otrx se queda, ya se ha generado por lo general, una relación disfuncional debido al desequilibrio en el dar y el tomar.

El malamor, el amor que hace sufrir, se aprende.

Nos lo enseña y normaliza nuestra cultura, y la integramos en nuestros primeros vínculos  a partir de los modelos que habitan nuestros tempranos ambientes de crianza.

 

Es importante que diferenciemos el malamor que nos hace sufrir, y el dolor/incomodidad que producen los conflictos naturales de las relaciones del buenamor.

 

 Por último apuntar y transmitir que es “normal” que tengamos conflictos en nuestras relaciones de pareja (y relaciones en general.

Pero el indicador de una relación de buenamor es que las dos partes están implicadas en la resolución del conflicto, que hay deseo mutuo de resolver y crecer a través del conflicto y que hay reciprocidad, respeto y un profundo deseo de que el otro este bien: se busca el ganar – ganar.

Cualquier relación sana nos hace sentirnos  escuchadas, respetadas, queridas y aceptadas por lo que ya somos y  nos motiva a dar lo mejor de nosotras.

 

Recuerda, toda relación que no sume, si no que no esté restando en nuestra vida y que nos haga vivir sumidas en el drama y el malestar nos hace la invitación a parar y revisar.

 

 

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