Relaciones, ¿por qué nos peleamos tanto? (9 fuentes de conflictos interpersonales)

Relaciones, ¿por qué nos peleamos tanto? (9 fuentes de conflictos interpersonales)

Los conflictos no son ni buenos, ni malos. Sí, lo sé. Son incómodos, desagradables, amargos,…sin embargo, son parte de la vida. Y cuando dejo de pelearme con ellos, mejor dicho, cuando dejo de juzgar los conflictos como algo malo, o como algo que debiera estar fuera de mi vida, y me abro a mirarlos como una oportunidad de crecimiento personal, entonces empieza a cambiar el cuento.

Sin conflicto no existiría la literatura, el cine, el teatro…los conflictos nos movilizan y muchas veces nos mueven a la acción. No quiero decir ahora, o mejor dicho, no me gustaría que te quedaras con la idea de que los conflictos son el medio para crecer, y que tenemos que tener conflictos para evolucionar…Simplemente digo, que ya que el conflicto es parte de nuestra existencia, aprovechémonos de ello para hacer algo útil con él.

LOS CONFLICTOS INTERPERSONALES PUEDEN SER GRANDES OPORTUNIDADES PARA NUESTRA EVOLUCIÓN PERSONAL (SI ASÍ LO ELEGIMOS)

Algo que voy constatando en mi proceso de crecimiento, es que mis relaciones reflejan la relación  que tengo conmigo misma. Cuando estaba en guerra conmigo, esta guerra se manifestaba en ciertas relaciones que establecía. Y el pensar que el Otro era el culpable, y que yo no tenía nada que ver en el conflicto, era la primera causa  que me mantenía encerrada en una rueda que no me permitía avanzar. Normalmente, me escapaba, huía de estas relaciones, pero de nada servía, pues la Vida, me ponía el mismo perfil de persona pero con diferente cara. ¿Te suena?

CADA PERSONA DE NUESTRA VIDA NOS OFRECE LA OPORTUNIDAD DE MIRARNOS DENTRO, DE CONOCERNOS.

Desde esta perspectiva, no existen buenos ni malos, todos somos Maestros de todos. Todos somos regalos.

amar relaciones

Me permito definir el conflicto interpersonal como la resistencia que tengo a darme cuenta de lo que realmente pasa por dentro de mí: En la medida en que me resisto a tomar responsabilidad, es decir, en la medida en que yo no me hago cargo de lo que me sucede y hago algo con ello, en esa medida, la intensidad del conflicto en la relación se incrementa o cede.

Una pregunta muy práctica y que nos puede orientar en la resolución de conflictos es la siguiente:

¿QUÉ INTENTO EVITAR DE MÍ, EN ESTE CONFLICTO CON «X»?

abrazar la sombra

FUENTES DE CONFLICTOS INTERPERSONALES

Te invito a que reflexiones  -y si te animas a que escribas, -sobre las veces y la manera en la que evitas el encuentro con estas partes de tí y cómo te ha generado conflictos en tus relaciones.

  • EVITAR ENTRAR EN CONTACTO CON LA RABIA/LA IRA. Enfadarse o sentir rabia es natural, cuando sentimos que nuestros limites personales (territorialidad) están siendo transgredidos. Sin embargo, cómo nos cuesta, primero darnos cuenta de que estamos sintiendo esta emoción, y segundo, cómo nos cuesta darle una salida en el presente de una manera «constructiva». ¿Qué te sucede cuando te tragas tu ira?¿Qué efectos tiene en tí y en tus relaciones?
  • EVITAR ENTRAR EN CONTACTO CON NUESTRAS NECESIDADES Y MANIFESTARLAS. Cuantas veces se ha generado un conflicto en nuestras vidas, por no saber pedir que lo que necesitamos, y por pretender que el Otro nos lea la mente…¿Qué precios pagamos por exigirle al Otro que se comporte cómo a nosotros nos gustaría o desearíamos?
  • EVITAR ENTRAR EN CONTACTO CON NUESTRA AUTENTICIDAD Y SOSTENER UNA IMAGEN. Todos tenemos una idea o imagen de lo que somos, o mejor dicho, de lo que nos gustaría ser…y cuando alguién nos devuelve algo que rompe con esa imagen que nosotros queremos proyectar de nosotros mismos, estamos dispuestos a pelear con uñas y dientes, antes que cuestionarnos que quizás no somos lo que creemos o lo que nos gustaría parecer. Pagamos precios muy altos cuando no nos relacionamos con autenticidad y somos honestos con nosotros mismos.
  • EVITAR ENTRAR EN CONTACTO CON NUESTRA VULGARIDAD, O SOSTENER LA IDEA DE QUE «SOMOS ESPECIALES». Cuantas veces nos sentimos, casi sin ser conscientes, que somos dignos de un trato especial por que sí. En la medida en la que me siento especial y en la medida en el que el Otro, no me trate con la categoría que yo merezco, el conflicto está servido.
  • INTELECTUALIZAR. Comunicarnos desde el análisis intelectual, desde el juicio, la crítica, la racionalización, nos pone en una posición de tipo paternalista, que impide un verdadero contacto y diálogo con la persona que tenemos en frente. ¿Cuantas veces tendemos a buscar explicaciones y a justificarnos en vez de abrirnos a escuchar y reconocer lo que verdaderamente está en juego en el conflicto y en la relación?
  • EVITAR EL CONTACTO CON EL MIEDO Y RECONOCERLO. El miedo es la base del conflicto, por que sin miedo no necesitariamos defendernos del Otro. El miedo dispara nuestras defensas y por eso -nos decimos- atacamos. Pero la mayoría de las veces, no somos conscientes ni de que sentimos miedo…y lo escondemos tras la arrogancia, la indiferencia o la humillación. ¿Qué temes dentro tí que dispara a tu guerrero interior y entras en batallas absurdas?
  • EVITAR ENTRAR EN CONTACTO CON EL DOLOR Y BANALIZAR. Cómo nos cuesta permitir sentir dolor sin anestesiarlo, sin intentar controlarlo. Cuántas veces algo que sucede en la relación nos duele, y en vez de expresarlo y darle su lugar, pasamos por encima, con la idea de «ojos que no ven corazón que no sienten». Cuantas veces, ante el dolor ajeno – que nos conecta con nuestro propio dolor», decidimos mantenernos en la superficie, minimizarlo, y devolver frases hechas como «no le des importancia, es una tontería, ya se te pasará».
  • EVITAR ENTRAR EN CONTACTO CON LA VULNERABILIDAD. Casi todos los conflictos interpersonales, son juegos psicológicos en busca de poder, en sentir que somos más que el otro, en sentir que no somos débiles, en demostrar que no somos frágiles, temiendo que si el otro descubre nuestra vulnerabilidad, seremos diana de ataques y derribos por su parte, y sobre todo, que no seremos dignos de ser amados por él.
  • EVITAR LOS CONFLICTOS. Hay quien es adicto a encender la chispa conflicto, y los hay que son especialistas en hacer todo lo que se pueda para evitarlos. Y cuando estamos en este movimiento de frenar o evitar el conflicto, no somos conscientes de que lo estamos avivando en silencio y perpetuándolo. Hasta que estalla de la manera más tonta, más insospechada. Abrasando la relación, dinamitándola desde los cimientos. Y todo para no confrontar una realidad, que los conflictos existen y que en realidad no hay nada malo en ello.

abrazalo aceptacion

Todos estos mecanismos de defensa, estas evitaciones de nuestra personalidad, son estrategias de nuestro carácter para evitar que entremos en contacto con nuestras heridas interiores, esas heridas que cargamos desde bien lejos, esas heridas que pesan, que nos hacen infelices, pero que tememos soltar, por que nos dan una ilusión de seguridad y compañía.

 ¿QUÉ SERÍA DE NOSOTROS SIN NUESTRAS HERIDAS PARA LAMER Y LAMENTAR?

Los conflictos interpersonales son la prueba y la manifestación de aspectos inconclusos que nos habitan, de nuestra perfecta imperfección, de las dificultades que aún tenemos con nosotros mismos por resolver. Una oportunidad para profundizar en nuestro interior y dar un paso adelante en la conquista de nuestra libertad íntima y personal.

No Comments

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: